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lunes, 5 de enero de 2015

Mal Evans el asistente y amigo olvidado de The Beatles


Malcolm Evans (27 de mayo de 1935 – 5 de enero de 1976), es más conocido como el roadie, asistente, y amigo de la banda de rock The Beatles.
Evans trabajaba como técnico de comunicaciones para el Servicio Postal británico en 1962 la primera vez que oyó que los Beatles actuaban en el Cavern Club de Liverpool. Finalmente se hizo amigo del grupo y pronto fue contratado como roadie.
Evans conducía la furgoneta del grupo cuando salían de gira, montaba y probaba los equipos, y después volvía a recogerlo todo.



En la primavera de 1963, la beatlemanía era ya un fenómeno imparable. Mal acompañaba al cuarteto en todas sus giras. En compañía de Lily, su mujer, y su hijo pequeño, el fiel Mal estuvo con el grupo durante su primer tour europeo, iniciado en París en 1964. En su diario se refiere a una «salvaje pelea a puñetazos» con los fotógrafos parisinos. Y puntualiza: «La única trifulca en la que me vi. envuelto durante mis años con los Beatles».

Después de que la banda consiguiera su primer número uno en EE.UU, en 1964, Brian Epstein, su mánager, organizó una fiesta en el hotel donde se alojaban. Para redondear la celebración, varios periodistas contrataron a dos prostitutas para que ofrecieran un espectáculo erótico de tintes lesbianos en una habitación vecina a la de Epstein. «El numerito me puso un tanto nervioso, pues Brian y los periodistas más mayores y convencionales estaban en el cuarto de al lado. Supongo que cada uno tiene su manera de celebrar las cosas», escribió Evans. 



El impacto de la beatlemanía no parece hacer mella en Mal. No se muestra consciente de estar trabajando para el grupo musical con más éxito del planeta. En cambio, reseña todo tipo de curiosidades: «George me gastó una broma y me puso en el bolsillo un vaso de leche. Mi americana ha quedado perdida. John ha pillado una infección de sarna y se refiere a mí como a un animal bastante más agradable que esos parásitos». 


Más tarde confiesa el miedo que pasó cuando el grupo y él a punto estuvieron de sufrir una fuerte paliza a manos de los matones del dictador Ferdinand Marcos en Manila, en 1966. 

Cuando los Beatles dejaron de hacer giras en 1966, Evans continuó siendo su amigo y trabajando con ellos en el estudio.


 Un día, Mal se encuentra con los placeres menos lícitos del rock. 19 y 20 de enero de 1967: «Acabé completamente colocado con Paul y varios más. Algunos se lo montaron en la cama... Ojalá me hubiera tocado la china a mí también. Al pequeño Mal le encantaría descontrolarse un poco. Al final acabé por vomitar; yo creo que la cena no me sentó bien. Me desperté a las cinco de la tarde. Trajeron unas flores para George, que mañana cumple años. Vino luego a tomar el té y se puso a leer el periódico en el dormitorio. Yo estaba muerto en la cama, completamente hecho polvo.» 


Tras volver a Inglaterra en abril de 1967, los Beatles se embarcaron en un proyecto que acabó en fiasco: el Magical Mystery Tour. A medida que Paul asumía un papel cada vez más dominante, se empezaban a dar los primeros desacuerdos en el grupo. Ese verano, Epstein murió de una sobredosis. En ausencia de su mánager, los Beatles se enfangaron aún más en el caótico Magical Mystery Tour. Mal jugó un papel clave: amén de dirigir la gira en autobús sobre la que trataba la cinta, llevó la contratación de actores y extras y se marchó con Paul a Niza para rodar la secuencia de The Fool on the Hill. 

Según Evans, este viaje –como tantos otros anteriores– nació de un impulso. Sin pasaporte ni equipaje, Paul y él se las arreglaron para pasar los controles de inmigración, aunque después les vetaron el acceso al restaurante del hotel debido a sus pintas estrafalarias. Acabaron en un club nocturno.

«No llevábamos un centimo, pues lo habíamos gastado todo en ropa, confiando en que la oficina de los Beatles en Londres nos enviaría dinero.» Mal y Paul volvieron al local a la noche siguiente: «Como el dinero seguía sin llegar, nos lo apuntaban todo a crédito. La víspera había corrido el rumor de la presencia de Paul en el club, así que el local estaba atestado. Generoso como siempre, Paul invitaba a todo el que se le ponía por delante. Cuando la cuenta empezaba a ser astronómica, el propietario del local apareció de improviso y exigió que pagáramos en el acto. Aunque le explicamos quién era Paul y le pusimos en antecedentes sobre lo sucedido, el hombre no atendía a razones: o pagábamos o llamaba a la Policía. Yo ya me veía entre rejas. La cosa tenía su gracia: un millonario incapaz de abonar las copas bebidas en un club… ».

El director del hotel, finalmente, adelantó el dinero. Paul y Mal volvieron a Londres, donde McCartney se encargó del montaje de la película. Cuando el filme fue estrenado en televisión aquella Navidad, la crítica se ensañó con el grupo. 


Cuando la banda llegó a India en febrero del 68, Evans ya llevaba unos días allí en misión exploratoria. Nada más bajar del avión, Ringo pidió un médico: «Me duele muchísimo el brazo, Mal... Tienes que conseguirme un médico como sea». Nos pusimos a buscar un doctor, el chófer se extravió y nos metió en un campo baldío donde nos vimos rodeados por los coches de los periodistas que nos seguían a ciegas. ¿Cómo hacerles entender que Ringo simplemente sufría las molestias propias de una vacuna? Cuando llegamos a un hospital, intenté que lo atendieran de inmediato. Pero el médico de guardia se mostró tajante conmigo: «Lo de su compañero no es urgente. Tendrá que esperar su turno, como todo el mundo». «Al final, un médico privado nos cobró diez rupias por diagnosticar que a Ringo no le pasaba nada.» 

En compañía de un círculo de amistades que incluía a Mia Farrow, Donovan y Mike Love (de los Beach Boys), los Beatles escribieron media docena de canciones en India. Casi todas acabaron incluidas en el sorprendente White Album, que salió a fines de aquel año. En su diario, Mal destaca el nuevo karma que reina entre los músicos: «Cuesta creer que ya estemos una semana aquí. Se diría que la paz de espíritu que uno adquiere a través de la meditación hace que el tiempo pase volando».

Evans está encantado con la comida india, a diferencia de Ringo, que se alimenta de una provisión de alubias enlatadas típicamente británicas. Pero la tranquilidad es efímera. «De repente, todo el mundo anda en tensión (...). Ringo quiere marcharse (...). Maureen [su mujer] está harta de las moscas.» Mal se quedó un mes más en India antes de regresar a Londres para colaborar en la grabación del White Album. 

En 1968, Evans descubrió al grupo Badfinger (que entonces se llamaban The Iveys) y se los presentó a los Beatles, quienes finalmente les contrataron para Apple Records.


En el invierno de 1969, los Beatles emprenden el proyecto que culminará en Let It Be, una película documental sobre el grupo. Cada vez hay más disensiones entre ellos; la banda empieza a desintegrarse ante las propias cámaras. Por primera vez, Mal expresa su descontento. El 13 de enero escribe: «Paul está despidiendo a muchos empleados de Apple [el sello discográfico fundado por los Beatles]. A mí me ha degradado a chico-para-todo. Estoy bastante dolido, aunque la procesión va por dentro. Supongo que será cuestión de mi ego (...). Siempre me sentí distinto a los demás en mi relación con los Beatles, como si fueran parte de la familia. Por eso me duele que me traten como a un botones. Me cuesta salir adelante con las 38 libras esterlinas que me pagan a la semana. A otros les suben el sueldo continuamente; todos se compran casas nuevas y gastan millonadas en decorarlas. Yo siempre intento ser razonable, me digo que las cosas mejorarán, que lo importante es que siga haciendo bien mi trabajo. Después de tantos años, apenas tengo 70 libras en el banco». 


Los Beatles entran en caída libre. Mal se distrae trabajando con otros artistas de Apple y haciendo recados diversos para cada uno de los músicos del cuarteto. En marzo de 1969 es uno de los dos testigos de la boda londinense entre Linda Eastman y Paul McCartney, con quien siempre se ha entendido bien. Ese día, la Policía registra el hogar de George Harrison en busca de drogas. 13 de marzo: «Un follón de cuidado. Pattie ha llamado a la oficina hacia las 7.30 para explicar que una decena de policías se presentaron de sopetón en casa de George con permiso judicial para registrar en busca de cannabis. Después de la intervención del abogado, a Pattie y a George los han dejado en libertad condicional bajo fianza». 


Los apuros económicos por los que tienen que pasar Evans son cada vez mayores. El 24 de abril de 1969 la situación llega al límite, pero el bueno de Mal no quiere molestar: «Le he confesado a George que estoy en números rojos. No me llega ni para pagar los recibos. La pobre Lily lo está pasando fatal, pero no quiero pedir aumento de sueldo. El grupo está en plena crisis y no quiero darles más dolores de cabeza». 



En verano se graba Abbey Road, el último álbum del grupo. El diario de Mal apunta los diversos títulos que se barajaron antes de elegir ése: Turn Ups, Inclinations, Four in the Bar, All Good Children Go to Heaven…

Paul era el favorito de Mal Evans, pero cuando las cosas fueron mal, el menos rockero de los Beatles no se mostró muy agradecido. El 27 de enero de 1970, Evans escribe: «Paul parece haberme cogido verdadera tirria. Hoy me ha pegado una bronca de aúpa». Y el 5 de febrero: «Me acosté tardísimo y me levanté a la una del mediodía. Hablé por teléfono con Paul, que otra vez estuvo muy frío y me dijo que hoy no hacía falta que me pasara por el estudio». 


A Evans le afectó mucho el desapego de McCartney. El grupo estaba pasando a mejor vida. Mal seguía colaborando sin descanso con John, Ringo y George en sus respectivos proyectos en solitario, así como con otros artistas de Apple, pero las cosas ya nunca volverían a ser como antes. Cuando la separación de los Beatles se hizo oficial, Evans sufrió mucho. 

Evans incluso participó en muchas grabaciones de los Beatles, entre otras cosas puso su voz en "Yellow Submarine", tocó el órgano Hammond en "You Won't See Me", la armónica en "Being for the Benefit of Mr. Kite!", la pandereta en "Dear Prudence", la trompeta en "Helter Skelter", hizo coros en "You Know My Name (Look Up The Number)" y en la canción inédita "What's The New Mary Jane" y contó en voz alta los compases en los cortes de la canción "A Day in the Life" (Evans fue también uno de los cinco pianistas que tocaron simultáneamente el último acorde de esta canción).
En la película Let It Be, se puede ver a Evans tocando el yunque durante las primeras sesiones del "Maxwell's Silver Hammer" de Paul McCartney, aunque no lo tocó en la grabación final.





Mal siguió trabajando para Apple hasta 1974, año en que se mudó a Los Ángeles, en principio para trabajar como productor discográfico. Ese año se separó de Lily. En poco tiempo se quedó sin las dos familias de su vida: la personal, y la profesional, formada por los Beatles. El 5 de enero de 1976, Lily recibió una llamada diciendo que Mal había muerto a tiros en California por disparos de la Policía de Los Angeles, cuando erróneamente pensaron que la pistola de aire que sostenía era en realidad un revólver.

George Harrison hizo una donación de 5.000 libras a la familia. Desde entonces, Lily y su hijo Gary se han entrevistado dos veces con Paul McCartney para negociar los derechos de algunas letras de los Beatles a las que Mal contribuyó. Paul convino en llegar a un acuerdo extrajudicial.

Con el paso de los años, el archivo de Mal Evans se fue reduciendo a medida que Lily iba vendiendo los viejos documentos para salir adelante. Gary no perdona que los Beatles apenas ayudaran económicamente a su padre o su familia. «Han sido muy mezquinos. Mi madre tuvo que pedir una beca de comedor para que mi hermana y yo pudiéramos almorzar en la escuela. Después de todo lo que mi padre hizo por el éxito de los Beatles, así es como acabamos».

Según Lily, su marido «era demasiado buena persona y el grupo lo trataba como un trapo». De haberla escuchado, habría seguido en la Oficina de Correos. Nunca habría vivido la época del sargento Pepper, ni viajado a India con los Beatles. Claro que, seguramente, tampoco habría sufrido una muerte de rockero en decadencia en una barriada de Los Ángeles. 

Una maleta que llevaba en aquella época, y que contenía grabaciones inéditas, fotografías y otros recuerdos, fue perdida por la policía durante la investigación y se hizo famosa como el "Archivo de Mal Evans". Se informó que en junio de 2004 un turista inglés, Frasier Claughton, había comprado dicha maleta por unos 36 dólares en un mercadillo a las afueras de Melbourne, Australia, sin conocer su contenido. Sin embargo, en agosto de 2004, expertos determinaron que los documentos contenidos en la maleta eran en realidad fotocopias hechas en los 90 y declararon que el "archivo" era falso.

La maleta de Mal sigue siendo un misterio sin resolver una pena que un personaje importante dentro del circulo interno de Los Beatles no este con vida quizás hubiera tenido que dar información valiosa y de primera mano sobre sus vivencias con el grupo.


4 comentarios:

  1. http://revolverlosbeatles.blogspot.com.es/2012/03/el-archivo-de-mal-evans.html

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    1. Interesante tu blog César San Juan sobre el archivo de Mal Evans gracias por enviar el link. Saludos

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  2. Por favor Run devil Run y Driving Rain Por favor!!!! xd

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  3. Gracias por tu comentario Renato camac si no te preocupes que voy a hacer lo posible por postear esos discos de Paul se que faltan mas albumes. Un abrazo.

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